
¿En qué consiste?
La Topografía corneal permite el estudio del relieve superficial de la córnea, para evaluar las posibles irregularidades y los diferentes grados de curvatura.
¿Cómo se realiza la prueba?
El paciente se sienta delante del topógrafo o refractómetro con la frente apoyada sobre el equipo, y el examinador pone en marcha el proceso, que es automático. Hay diversas técnicas para obtener resultados similares, y para el paciente no suponen ninguna diferencia.
¿Cual es su utilidad clínica?
La topografía corneal da como resultado una representación de toda la superficie corneal, midiendo grosores, curvatura y relieve. Toda esta información es imprescindible tanto para el estudio de idoneidad como para la posterior preparación de procedimientos como la Cirugía Refractiva Láser, el implante de lentes intraoculares o la adaptación de lentes de contacto. Posteriormente, la topografía corneal también ayuda a hacer el seguimiento de los resultados.
También es muy útil en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades corneales, como el queratocono, la degeneración marginal pelúcida, los astigmatismos irregulares, etc.