TRATAMIENTOS NO QUIRÚRGICOS
TRATAMIENTO MEDICAMENTOSOEs el tratamiento de primera elección consistente en instilar sustancias cuya misión es:
- Reducir la producción de líquidos intraoculares, de esta forma se facilita que la válvula se descolapse.
- Incrementar la capacidad de filtración del trabéculo, generalmente por incrementar la tensión de las fibras del trabéculo.
Todos los principios activos tienen una acción limitada en el tiempo, de forma que al cabo de unas horas desciende el efecto, debiendo recurrir a una nueva dosis. Esto implica que los tratamientos medicamentosos se aplicaran de forma permanente cada día y con regularidad.
Si se suspende el tratamiento la presión vuelve a incrementarse.
TRATAMIENTO CON LÁSER (TRABECULOPLASTIA)
Es un tratamiento realizado con un Láser (Argón) que provoca pequeñas quemaduras en la raíz del trabéculo. Estas quemaduras al cicatrizar producen una retracción del tejido y por lo tanto un incremento de la tensión del trabéculo. Viene a sustituir el efecto medicamentoso de una forma más permanente, aunque generalmente a los cinco años como máximo, habrán perdido efectividad.
TÉCNICA ANESTÉSICA
Una vez el paciente en quirófano, el ANESTESIÓLOGO, después de haber verificado las exploraciones generales y haber confirmado las posible alergias del paciente, procederá a canalizar una vena, preferentemente del dorso de la mano, para poder administrar:
- Medicación Antibiótica: que se administrará para prevenir la posibilidad de infecciones de la zona a operar.
- Medicación Sedante: permite un mayor grado de confort del paciente durante la intervención a la vez que evitará el posible dolor a la hora de realizar la anestesia local del ojo
- Medicación Antiinflamatoria: en cualquier zona operada, se producen, en mayor ó menor grado, procesos inflamatorios que es conveniente intentar disminuir.
- Sueroterapia: durante la intervención, se administrará suero (con electrolitos y glucosa) para contrarrestar las horas de ayuno a la vez que permite mantener la vía venosa intacta. La sueroterapia se suele retirar al final de la intervención, a no ser que otros condicionamientos aconsejen su continuación.
Cuando el paciente se encuentra sedado, se procede a realizar la ANESTESIA LOCAL del ojo. La técnica que realizamos se denomina "ANESTESIA PERIBULBAR" ya que consiste en depositar la substancia anestésica alrededor del ojo. Esto se consigue mediante la inyección de anestésico local a nivel del ángulo infero-externo del ojo. Antes de proceder a la inyección própiamente dicha del anestésico se le administra al paciente una dosis de sedante para que durante el instante del pinchazo se adormezca y no sienta absolutamente nada. Si fuera preciso, puede realizarse una segunda infiltración a nivel del ángulo supero-interno para completar la anestesia.
Durante la intervención quirúrgica, el paciente permanecerá con un grado mínimo de sedación al mismo tiempo que se le controlaran sus constantes vitales.
TÉCNICA QUIRÚRGICA
Dependiendo de la gravedad y del tipo de Glaucoma se realizará una u otra técnica quirúrgica. A continuación pasamos a explicarlas:
TRABECULECTOMÍA
El tratamiento quirúrgico del Glaucoma está encaminado a producir una fístula (o paso directo) desde el interior hacia el exterior del ojo (por debajo de la conjuntiva). Esta fístula se realiza de tal forma que simula una válvula.
La cirugía consiste en tallar un colgajo de la esclerótica hasta llegar al trabéculo. Se extirpa una porción de ese trabéculo defectuoso de forma que provocamos un paso directo del Humor Acuoso hacia el espacio subconjuntival.
Una vez cerrada la incisión se provocará una ampolla de filtración en la zona donde filtra este humor acuoso.
ESCLEROTOMÍAS NO PERFORANTES
Para evitar el paso directo de humor acuoso hacia el exterior del ojo (riesgo de infecciones, cataratas secundarias y ampollas de filtración muy abultadas o profundas) se han desarrollado unas técnicas consistentes en disecar un colgajo superficial de esclerótica (Fig. 1) y debajo de este se talla otro del resto de grosor escleral, hasta llegar a la pared externa del trabéculo. (Fig. 2)
Mediante una sonda extremadamente fina, se inyecta una sustancia expansiva de los canales de filtración (viscocanalostomía). O, una vez tallada la capa profunda se introduce un material especial (Colágeno o Hialuronidato Sódico) que generaría una cámara de expansión justo detrás de la malla trabecular facilitando el filtrado de líquido.
De esta forma se consigue aumentar la filtración del ojo por sus propios conductos y se elimina el riesgo que implica entrar en el interior del ojo.
VÁLVULAS EXTERNAS (VÁLVULA DE AHMED)
En el caso de glaucomas muy avanzados y rebeldes a otros tratamientos quirúrgicos se puede introducir unas válvulas especiales. Estas están formadas por una ampolla de expansión de la que sale un conducto de silicona muy fino. La válvula se sutura debajo de la conjuntiva y el conducto se introduce dentro del ojo atravesando la malla trabecular de forma que aspiraría el humor acuoso del ojo hacia la válvula de expansión que habíamos implantado anteriormente.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
La evolución post-operatoria varia según la técnica que empleamos. Con las técnicas perforantes: (Trabeculectomía o Implantación de Válvulas Externas) se produce una descompresión brusca del ojo, necesitando de un tiempo para que la propia cicatriz regule la presión ocular y, en consecuencia, puede llegar a requerir hasta 15 días de reposo.
Con técnicas no perforantes (Viscocanalostomía y Esclerotomías Profundas), al no dejar un paso abierto hacia el exterior, no se produce la descompresión del ojo y la rehabilitación es prácticamente inmediata, no precisando hacer reposo, ni produciéndose cambios significativos en la visión.
Con cualquier técnica, sin embargo, será necesario el uso de colirios antibióticos de protección, junto con algún colirio antiinflamatorio.
COMPLICACIONES
Como en todas las intervenciones quirúrgicas caben esperar unas complicaciones comunes como son las infecciones hospitalarias. Complicaciones siempre graves pero que gracias al tratamiento antibiótico preventivo se ha logrado reducir considerablemente.
- Complicaciones Particulares: Las complicaciones sobre esta cirugía reside en el control de la presión intraocular tras la intervención tanto porque la presión no descienda todo lo que debería, (normalmente debido a procesos de exceso de cicatrización sobre el tejido, lo cual provocaría un mal funcionamiento de la válvula creada) como el descenso excesivo de la presión, por exceso de acción de la válvula.
- Sangrado de la herida hacia el interior del ojo, si la hemorragia es pequeña se reabsorbe espontáneamente sin consecuencias.
- Catarata Secundaria: Debido al cambio de presión intraocular, asociado a la inflamación post-quirúrgica y a la posible hemorragia, puede provocar un avance en el desarrollo de cataratas de tal forma que es frecuente asociar ambas cirugías en el caso de la presencia de unas cataratas incipientes o ya desarrolladas.
Teniendo en cuenta el carácter de la enfermedad y la gravedad de la consecuencias de un mal control de la presión intraocular, las posibles complicaciones son de menor relevancia que en otras cirugías podrían tener.